¿No os pasa que una buena mañana abrís los ojos después de una noche larga de sueños lúcidos y vueltas de campana entre las sábanas y decís: “y yo por qué no nací acantilado? ¿O glaciar? ¿O catarata? ¿Por qué tuve que elegir ser persona? A mí me ha pasado esta mañana. Concretamente, quería ser un río bien caudaloso, con mis castorcitos haciendo presas, mis anguilas viscosas yendo parriba y pabajo, mis ranitas, mis sapitos, mis mosquitos picoteando y su buen sedimento lleno de arcilla, rocas, minerales, partículas de caca de animales, restos de plantas, partículas de caca de personas, etc.
También hay una fuerza detrás del concepto “accidente geográfico” que me encanta: es como que, lo siento, perdón, ¡ha sido un accidente! Pero un accidente geográfico 🙂↕️. Un accidente que tiene que ver con la geografía, el territorio, el paisaje, la distribución de los elementos, ecosistemas, amistades entre diferentes especies que se complementan, quiero decir ES BASTANTE HEAVY si lo piensas ser un accidente geográfico, es CASI TAN HEAVY como despertarte un día en el cuerpo de Pedro Piqueras, no sé, de veras que se siente #DURO.
OTRA COSA QUE ME HA EMPUJADO A ESCRIBIR OTRA VEZ…
Ha sido este meme, que he enviado a primerísima hora a R. porque es que LITERAL EH, LITERAL todo lo que le pido a la primavera. Me pregunto si será posible, de una vez por todas, alinear mis acciones mis pensamientos y mis expectativas a las estaciones, es decir, dormir en invierno porque hace mucho fresquito, pendoleo comedido en primavera hasta donde la alergia lo permita, remojo abosluto en verano y eso sí, fabricación de sueños y good vibes en otoño, mi época favorita chica qué quieres que te diga a mí me la sudan las horas de luz si soy básicamente una rata topa desnuda. ¿No os pasa? ¿Cuál es vuestra estación favorita? OJALÁ NINGUNA, dice mi spm, sediento de odio.
UNA PLANTA:
Es es una orquídea terrestre Flor de avispa (Ophrys tenthredinifera), conocida también como “Mosques vermelles, mosca d'ase o carotes”. La encontré en casa de mi madre. Son muy comunes en Menorca. PUES CLARO que pido un deseo cada vez que me encuentro con una. Eso ya ni se pregunta.
UN RELATO:
TREMENDAS VIBES - EXTENDED VERSION (parte 2) (Vuelve a la anterior newsletter para leer la parte 1 de este relato)
(…)
¿Y por qué hemos querido tratar este caso, se preguntarán ustedes, queridos miembros y miembras del Jurado del Más Allá, si todo apunta a que Manuela no se merece seguir viviendo? ¿Qué ganaríamos salvándola? ¿Por qué, el equipo de Ángeles de la Guarda que represento yo, Octavia III, hemos considerado que Manuela se merece una segunda oportunidad? Señoras, señores, me gustaría que esto se lo explicara ella misma:
– Por favor, guardias, dejen entrar a Manuela.
Los miembros y miembras del Jurado se sientan en sus tronos. Octavia III hace un gesto a Manuela para que empiece hablar:
– Buenas tardes… o días. Yo qué sé. ¿Me puedo ir ya?
– A ver, vamos a ventilar esto rápido. Manuela, ¿por qué crees que deberíamos darte una segunda oportunidad?
– Porque no soy como me pintan. Es que me da mucha rabia que me mientan y…
– A ver, Manuela, tampoco se puede ir por la vida matando a la gente. Mataste a tu hermano. Has matado a tu hija. ¿De qué vas?
– Lo siento.. Soy consciente de que se me va un poco la olla, y por eso, quise acabar con esto…
– ¿Y ya está? O sea, montas todo este pollo y luego qué, ¿te quitas de en medio para no asumir las consecuencias? Así no, eh. ¿Sabes que esto luego te persigue, no?
– Por favor… No sé cómo solucionarlo.
Los guardias y los asistentes, antiguos miembros del Jurado y ángeles de la guardia jubilados, que no paraban de cuchichear mientras hablaba Manuela, enmudecen cuando uno de los miembros del Jurado se levanta y dice:
– Por favor, guardias, que entren Nela y Pedrito.
Manuela se derrumba al ver entrar a su hija y a su hermano pequeño. De pronto, siente que todas sus articulaciones se bloquean, crepitando, al notar en la cara de su hija que había estado llorando. Y su hermano, Pedrito, tan joven, tan congelado en un tiempo que hasta ahora le había parecido un sueño. Cabizbaja, sintió que sus miradas la desintegraban:
– Lo siento mucho, de verdad…
– Hola mamá. Fíjate que es curioso, ¿no? Mientras estaba aquí, encerrada, me he dado cuenta de que nos mataste prácticamente con la misma edad. ¿Es otra de tus neuras, o qué? – dice Nela, visiblemente más enfadada que Pedrito.
– Por favor, vamos a ir por orden. Pedrito, buenas, cuéntenos. ¿Sensaciones?
– Hola Manuela, ¿cómo estás?, miembros y miembras del Jurado, Ángeles de la Guarda… Gracias por convocarme. Quiero decir que estoy muy agradecido por la oportunidad. En un primer lugar, no entendí muy bien la reacción de Manuela, me pareció excesivo que me matara, la verdad… Por haber llegado un par de horas tarde. Pero desde que estoy aquí, con ustedes, y la observo, ella y su vida en la Tierra, he empezado a desarrollar una cierta comprensión, una cierta empatía… por mi hermana.
– ¿Ah sí? Vaya, ésta sí que no me la esperaba. Continúe, Pedrito.
– Bueno, solo quiero decir que puedo entender, porque yo también lo he vivido, lo que ha podido ser para mi hermana vivir en esa familia. Crecer en ese entorno. Rodearse de ciertas personas. No sé si yo lo hubiera hecho mejor que ella – tampoco hubiese estado mal no quedarnos con la duda, pero no quiero ahondar en la herida. Quiero decir que, no me importa que mi vida acabara así. Aquí no he estado mal. Ahora, también creo que lo que hizo con Nela no está bien. Tendría que haber apostado más fuerte. No condenarla antes de nacer.
– Gracias tío Pedrito. Es que se le ha ido la olla, nunca me ha querido. Por mí que se pudra.
– Bueno, no alarguemos esto, que tenemos una comida con Dios y ese sí que no perdona. Creo que las posiciones están bastante claras. ¿Votaciones para darle a Manuela una segunda oportunidad? Sí, Sí, Sí, Sí, Sí… Perfecto. Aprobado por unanimidad. Manuela, vas a volver a la Tierra.
– ¿En serio? Pero de qué vais. No me parece justo que mi madre vuelva a la vida si yo no voy a poder volver.
– Gracias…gracias… muchas gracias, miembros y miembras del jurado.
– … ¡¡Orden!! No me habéis dejado terminar. Manuela, volverás a la Tierra, pero con una condición: a partir de ahora, el rostro de tu hija y la certeza de cómo la mataste será el primer pensamiento que tendrás todas las mañanas. Esto, lejos de sumirte en una depresión, te impulsará para llevar a cabo un nuevo propósito que hemos definido para ti. Vivirás para ayudar a otras mujeres como tú: las que crían solas, las que trabajan de noche, las abusadas, las que se sienten atrapadas, las agresivas, las que odian que les mientan, las que creen que no se pueden fiar de nadie, las que no tienen a dónde ir.
– ¿Y yo?
– Nela, querida, ahora voy contigo: ¿qué era lo que más te gustaba hacer cuando estabas viva? No valen cosas ilegales, jeje.
– Dibujar… Pasar tiempo con mis amigos… Bailar.
– ¡Estupendo! A partir de ahora, eso es lo que harás. No tendrás ninguna obligación que no conlleve ser feliz, sin excepciones.
– ¿En serio?
– Sí, y también tienes permiso para ir a visitar a tu gente a la Tierra. Claro que, tienes que tener cuidado, tienes que evitar todo tipo de interacción. Tu ángel de la guarda te informará sobre ello. Bueno, ¡se me ocurre una idea estupenda! Con la única persona que podrás interactuar será Manuela, tu madre. Formarás parte de su equipo de Ángeles de la Guarda. Y podrás asesorarla, siempre y cuando todo contribuya al nuevo propósito estipulado. ¿Te parece bien?
– Vale, me gusta la idea… Estaba hasta los huevos de currar.
– ¡Perfecto! La buena noticia es que el turbocapitalismo no ha llegado al Más Allá, así que ya verás, te va a encantar.
– Manuela, ¿alguna duda? Por supuesto, huelga decir que no se te juzgará en la Tierra por ninguna de estas muertes, nadie sabrá que fuiste tú, nos aseguraremos de que todo parezca un accidente.
– Estoy de acuerdo… Con todo… Gracias. Muchas gracias. Muchas gracias por creer en mí.
Y ahora es cuando yo, Octavia III, representante del equipo de Ángeles del a Guarda del Más allá, me pongo en pie, satisfecha y emocionada, para hacer mi intervención final: «Miembros y miembras del Jurado, muchísimas gracias, por vuestra paciencia y como siempre, buen juicio. Estoy segura de que esta decisión revertirá en buenísimas acciones para la humanidad. Personalmente, debo admitir que siempre he confiado en Manuela. Ahora solo falta que ella confíe en ella misma. Ahora, con el poder que se me ha concedido, la devuelvo a la Tierra. ¡Buen viaje, Manuela!»
Pues qué spm más bien llevado chica y qué bien leerte. :)
me pido ser barranco